domingo, 12 de enero de 2020

2.5 LOS CONFLICTOS AFRICANOS: ELECTRICIDAD Y CRISIS DEL ESTADO.

Gran parte de los conflictos de las dos últimas décadas se han desarrollado en el continente africano. Las causas de los confllictos que aquejan al África subsharariana son muy diversas:
  • Una extrema pobreza cuyo origen se remonta a la colonización, agravada por la corrupción e incapacidad de muchos gobiernos.
  • La herencia colonial de un mapa político inadecuado, que ha generado enfrentamientos bélicos entre los Estados o conflictos civiles.
  • La existencia de Estados débiles, incapaces de controlar su territorio y de ofrecer a sus poblaciones unas mínimas garantías de seguridad legal. Ello ha facilitado una sucesión interminable de golpes de Estado.
    • La influencia de los intereses internacionales, que persiguen el control de los recursos energéticos, mineros y agrarios de África.

    Los conflictos en la región de los Grandes Lagos.

    El conflicto de la región de los Grandes Lagos tuvo su principal manifestación en Ruanda y en Burundi. Tres razones fundamentales lo explican:
    • La rivalidad entre hutus y tutsis, las dos principales etnias, que, no obstante, poseen la misma lengua y costumbres.
    • La lucha por la consecución de tierras fértiles, cada vez más excasas.
    • El enfrentamiento entre los intereses franceses y estadounidenses. Francia apoyaba a los hutus, y Estados Unidos, a los tutsis.
    Los enfrentamientos más duros tuvieron lugar en Ruanda durante 1994. Fue un verdadero genocidio en el que perecieron más de 800.000 personas (un 12% de la población del país). Las mayores matanzas las promovió el gobierno hutu y afectaron principalmente a los tutsis, pero también a hutus moderados. La crueldad de esta guerra se manisfestó asimismo en la utilización por todos los bandos de niños soldados.

    Otros paises de le región, como la República Democrática del Congo, viven en un permanente estado de guerra.


    Los conflictos en la región del Sahel

    La región del Sahel es una zona inestable, cuya población además de padecer una pobreza muy elevada -aunque la zona es rica en recursos minerales y energéticos- sufre frecuentes crisis alimentarias. La mayor parte de los Estados de la zona se han mostrado como Estados Fallidos, enfrentados a rebeliones internas, guerrillas y, últimamente, a la delincuencia internacional y auge del radicalismo islamista. Las revoluciones de Túnez y, sobretodo, de Libia han contribuido a aumentar la inestabilidad en la zona. La consecuencia de todo ello ha sido la proliferación de conflictos; los más destacables se han producido en Sudán y Malí.

    Sudán se ha visto afectado por dos sangrientos conflictos. Ambos tienen su origen en el enfrentamiento entre la minoría árabe y musulmana que ha controlado el país y la mayoría negra, predominante en el sur. Pero también la lucha por la tierra y los yacimientos petrolíferos son factores importantes.
    • El conflicto más antiguo afectaba a la zona sur del país. Tras una serie de guerras intermitentes entre las dos etnias, el conflicto concluyó con la independencia de la región sur en 2011, que pasó a ser un nuevo Estado denominado Sudán del Sur. En 2014 la guerra se reprodujo en el joven país.
    • El otro conflicto afectó a la región de Darfur, donde se enfrentaron los rebeldes africanos contra milicias árabes, apoyadas por el Gobierno. Diversos organismos internacionales han acusado a estas milicias árabes de realizar una limpieza étnica entre la población negra, provocando además una grave crisis humanitaria. La ONU decidió el envío de una misión de pacificación en 2007, pero el conflicto continúa latente.
    Otro ejemplo de los conflictos africanos es el de Malí, dividido de facto por una guerra civil entre un norte dominado por los tuareg y las milicias islamistas, y un sur de mayoría negra con un gobierno militar. 



    Helena Almirón Vázquez 3º ESO

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