viernes, 30 de noviembre de 2018

8. ARTE GÓTICO (II). ESCULTURA, PINTURA Y VIDRIERAS

Usa un solo color, por favor
Una falta de ortografía 
Nota: 9

8. ARTE GÓTICO (II). ESCULTURA, PINTURA Y VIDRIERAS

8.1 La escultura y la pintura gótica

La escultura y la pintura gótica, en comparación con el románico, mostraron cierto interés por la belleza, el movimiento y la expresión de los sentimientos dramáticos o de ternura. También fueron más realistas, llegando a aparecer verdaderos retratos en algunas esculturas de sepulcros y en pinturas, encargadas por nobles o burgueses. 

Los temas continuaron siendo religiosos, pero predominar los del Nuevo Testamento y de las vidas de los santos y de la Virgen. 

--- La escultura monumental se sitúa sobre todo en las fachadas, en particular en las portadas y en los capiteles de las catedrales. Pero ahora, en comparación con el románico, las figuras se independizan del marco. 

La escultura exenta ganó en realismo y naturalidad. El Cristo crucificado aparece con corona de espinas, vestidura corta y clavado a la cruz con tres clavos, intentando transmitir sufrimiento. La Virgen pasa a representarse como madre de Dios, sujeta al niño en un brazo y muestra una actitud maternal hacia él, buscando inspirar ternura. Por eso, ambos se comunican, se miran y se sonríe. También surgió un tema mariano nuevo: la Piedad. 

--- La pintura abandonó los muros de las iglesias, ocupados por las vidrieras, y se realizó en tablas de madera. Estas podían formar grandes conjuntos situados detrás del altar, denominados retablos. Los colores de las pinturas sobre tabla son brillantes, con frecuentes uso del oro para dar luminosidad, y existe un mayor interés por representar el volumen de las figuras y la profundidad del espacio. Además, se ilustraron libros con miniaturas.

8.1 Las vidrieras 

Las vidrieras cumplían una triple función: protegían del frío, creaban una luz coloreada y un espacio espiritual en el interior de la catedral, y simbolizaban la luz divina. Para realizarlas se hacía un dibujo previo del mismo tamaño que el hueco; se elaboraban las varillas de plomo que seguían las líneas del dibujo; y se colocaban entre ellas los vidrios coloreados. Sobre ellos se aplicaban tintas de color oscuro para matizar los detalles. 


La escultura monumental

-- Los tímpanos 

















-- Las jambas



















La escultura exenta, la pintura y la vidriera 






A. El crucificado muestra sufrimiento, lleva corona de espinas, abundantes heridas y solo tres clavos. El paño de pureza es más corto, y sus pliegues y el tratamiento del cuerpo son más realistas.

   B. La Virgen con el niño es una representación más humana, y ambos se miran. 

  C. El dolor, en cambio, aparece en la Piedad; en ellas, la Virgen tiene en sus brazos el cuerpo muerto de cristo. 



-- La evolución de la pintura 
La primera pintura gótica (A),
denominada gótico lineal, se caracterizó
por un grueso dibujo; los colores planos, 
con escaso claroscuro; la poca sensación 
de profundidad, por el predominio de los 
fondos planos o geométricos; y las rígidas,
con poco movimiento.

Con el tiempo, la pintura se hizo más natural (B). Se atenuó el dibujo; los colores se matizaron mediante la luz, dando mayor volumen a las figuras; de incrementó la sensación de profundidad a través de los fondos de paisaje; y las figuras se volvieron más naturales. 

-- La vidriera











EL GOBIERNO Y LA ADMINISTRACIÓN DE LOS REINOS CRISTIANOS





4. EL GOBIERNO Y LA ADMINISTRACIÓN DE LOS REINOS CRISTIANOS.

         
           4.1 LAS MONARQUÍAS PENINSULARES
       
            El gobierno de los estados peninsulares recayó en reyes. Estos tenían en teoría amplias                        atribuciones: el mando del ejército; la administración de la justicia, el derecho a acuñar                        moneda, a cobrar impuestos y a conocer títulos, etc. Pero en la práctica, este poder se veía                    limitado por la autonomía de los señoríos y de las ciudades. No obstante, existieron                              diferencias entre los distintos territorios peninsulares.

            - En Castilla, la monarquía era unitaria; es decir, estaba formada por un solo reino y la                        autoridad del rey era mayor, al considerarse que su poder procedía de Dios.

            - En la corona de Aragón, la monarquía era federativa; es decir, estaba compuesto por varios              reinos (Aragón, Cataluña, Mallorca y Valencia) que contaban con sus propias instituciones,                  leyes y costumbres. Además, los reyes tuvieron menos autoridad porque se impuso la teoría                pactista, según la cual el monarca y los súbditos se comprometían a respetar sus respectivos                derechos.

          4.2 LAS INSTITUCIONES: CURIA , CORTES Y CONSEJOS.

          - Los reyes, como en otros reinos europeos, se ayudaron para gobernar de la Curia Regia o                Consejo Real, un organismo compuesto por miembros de los estamentos nobiliario (nobles,                caballeros) y eclesiástico (obispos, abades y representantes de la órdenes militares).

          - A partir de finales del siglo XII en León, y en el siglo XIII en los demás reinos peninsulares,            los reyes incorporaron a ala Curia Regia a los burgueses ricos designados por las ciudades. Así            nacieron las Cortes, asambleas formadas por representantes de los tres estamentos.

          En Castilla, las Cortes eran únicas para todo el reino, y se limitaban a aprobar nuevos tributos            y la alteración del valor de la moneda. En la corona de Aragón, cada reino tenía sus propias                Cortes, excepto Mallorca; y tuvieron más poder, ya que el rey debía someter las nuevas leyes a            su aprobación. En Navarra, las Cortes recibieron el nombre francés de Tres Estados y velaron            también por la defensa de los fueros y privilegios de cada estamento.

          -Con el nacimiento de los Cortes, la función de aconsejar al rey pasó en todos los reinos a                    otros organismos, los Consejos.

          4.3 LA ADMINISTRACIÓN TERRITORIAL Y MUNICIPAL

          La administración territorial era muy compleja. El rey controlaba directamente solo sus                    propios señoríos, llamados de realengo; y los nobles y los eclesiásticos gozaban de autonomía            en los suyos.

          Las ciudades también poseían una amplia autonomía económica y un gobierno propio. Este                gobierno recayó, primero, en el Concejo o asamblea de vecinos; después, pasó a manos de un              grupo reducido de personas, formado en Castilla por la nobleza ganadera (caballeros-villanos)            y en la Cataluña por los grandes comerciantes y artesanos.

          LA MONARQUÍA
          
          -En Castilla

Imagen relacionada

          Los santos dijeron que el rey está puesto en la tierra en el lugar de Dios para cumplir la justicia            y dar a cada uno su derecho, de modo que aunque todos los del reino sean muchos, como el                rey es uno, deben ser todos uno con él para servirle y ayudarle en las cosas que deben hacer. Y            naturalmente, dijeron los sabios que el rey era la cabeza del reino.

          -En la corona de Aragón

Resultado de imagen de rey en la corona de aragon

          Si nos y nuestros sucesores queremos hacer alguna constitución o estatuto en Cataluña, los                  someteremos a la aprobación y consentimiento de los Prelados, los Barones, los Caballeros y              los ciudadanos...

          Declaración de Pedro II el Grande en las Cortes de Barcelona de 1283.


          EL NACIMIENTO DE LAS CORTES

         El rey Jaime I de Aragón presidiendo las Cortes de Lleida en 1242.

         -El rey Jaime I.
         -Secretario real. Tomaba nota de los acuerdos.
         -Representantes de los tres estamentos.
         Las primeras Cortes peninsulares surgieron en el reino de León en 1188, durante el reinado de             Alfonso IX, y han sido reconocidos por la UNESCO como el primer ejemplo de                                   parlamentarismo de Europa occidental. Después, surgieron las de la corona de Aragón, durante           el reinado de Jaime I (1213-1276); y las de Navarra, en 1231, con Sancho VII el Fuerte.

         El rey convocaba las Cortes con una carta, donde señalaba la fecha y el lugar de la reunión y               los asuntos a tratar. Y abría las sesiones con un discurso en el que exponía la razón de la                       convocatoria, generalmente la petición de ayudas económicas o el establecimiento de un nuevo           impuesto. Antes de su aprobación, los representantes de cada estamento deliberaban por                       separado y presentaban al rey sus peticiones o agravios.

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         LORENA CONDE GÓMEZ 2º ESO C.

jueves, 29 de noviembre de 2018

Diario de clase

Faltan los enlaces
Faltan las imágenes
Falta la ampliación de información
Hay faltas de ortografía
Hay errores en la recogida de información
Nota: 5
                     
   El profesor Julio Dapena Losada comenzó la clase a las 10:30 y hablamos de lo siguiente.
Preguntó qué día era 6 de diciembre y es la constitución español.  Nos proyectó en la pizarra algunos artículos ejemplo: derecho a la vida y algunos más.
 A continuación nos puso dos trailer en la pizzarra del rey pasmado y también de la locura del Rey      Jorge que se volvió un poco loco. Explicó la diferencia de robo y hurta que el robo es violento y la hurta no es violenta.  También   explicó que cuando cumples los 16 años y haces algo grave puedes ir a un centro de menores.
Nos repartió un forro plástico para guardar los trabajos qué hiciésemos y el examen de mapa de hoy se cambió a mañana.
La clase terminó a las 11:30.
 

lunes, 26 de noviembre de 2018

Rúbrica para la calificación de esquemas

http://4hojasdehistoria.blogspot.com/2018/11/rubrica-para-la-calificacion-de-esquemas.html

EL ARTE ROMANICO

Tres faltas de ortografía
Nota: 7
       
7  El ARTE ROMÁNICO (I)

          LA ARQUITECTURA          
                                                         
    7.1 El Primer Estilo Europeo

  El arte románico, desarrollado entre el siglo XI y mediados del XII, fue el primer estilo medieval  que adquirió unos rasgos comunes en toda Europa. Su nombre procede de la forma de su arco  característico, que recuerda al utilizado por los romanos.
A su difusión colaboraron la orden benedictina, que adoptó este estilo en su casa madre de Cluny (Francia) y desde allí lo extendió por los demás monasterios fundados en Europa; las cruzadas y las peregrinaciones a lugares santos. También contribuyó a difundirlo la existencia de maestros canteros, que dirigían cuadrillas de albañiles, carpinteros y escultores, y viajaban de manera itinerante por las regiones europeas ofreciendo sus conocimientos técnicos.

7.2 LA ARQUITECTURA ROMÁNICA

Los elementos arquitectónicos

La arquitectura románica utilizó la piedra como material principal; los soportes interiores a base de columnas y pilares cruciformes; los arcos semicirculares o de medio punto; y las cubiertas con bóveda de cañón, conseguida por la sucesión de arcos de medio punto o con bóveda de arista,formada por el cruce de discos bóvedas de cañón.
Estás bóvedas de piedra son muy pesadas. Por eso en el interior se refuerzan con arcos fajones transversales, que traspasan el peso de la bóveda a los soportes. Y en el exterior el edifico se apuntala con contrafuertes, para evitar que el muro pudiera volcarse con el peso.
Los edificios tienen también gruesos muros y pocas ventanas; por eso, los interiores son oscuros.
En el exterior, el muro se decora con fajas verticales que sobresalen del muro, con galerías de pequeños arquillos ciegos, y con diferentes tipos de molduras.

Los tipos de edificios:

La iglesia fue el edificio principal. Solía tener planta de cruz latina, compuesta por una, tres o cinco naves separadas por arquerías; transepto, o nave transversal con cimborrio o torre en el centro; y una cabecera formada por varios ábsides semicirculares. Las de peregrinación tenían, además, una girola  o nave semicircular que rodeaba el altar mayor y permitía a los peregrinos transitar por la iglesia sin interrumpir el culto; y una tribuna o segundo piso sobre las naves laterales, para acoger a más fieles.
Entre iglesias románicas destacan las de Santa Fe de Conques, Santa Magdalena de Vezelay y San Pedro de Moissac, en Francia; la catedral de Durham, en el Reino Unido; la catedral de Worms, en Alemania y el conjunto de Pisa, en Italia.

Otros tipos de edificios románicos fueron los monasterios, los castillos y las murallas.




viernes, 16 de noviembre de 2018

1 EL TERRITORIO EUROPEO. UN MOSAICO DE REINOS Y PUEBLOS.

Nota: 10


1.1 CRONOLOGÍA Y RASGOS BÁSICOS.


La Plena Edad Media comprende los siglos XI, XII y XIII. Este periodo fue una época de prosperidad y cambios en Europa.

El feudalismo se mantuvo, pero los reyes lucharon por recuperar su poder; progresó la agricultura; renacieron las ciudades; surgió un nuevo grupo social, la burguesía; se renovó la cultura, y surgió el arte gótico, un nuevo estilo artístico que alcanzó una enorme difusión en el continente europeo.




1.2 EL MARCO TERRITORIAL.


A principios del siglo XI, la Europa cristiana continuaba siendo un mosaico de estados y de reinos situados entre los mares del Norte, Báltico y Mediterráneo.

El reino de Francia y el Sacro Imperio Romano Germánico, en Alemania, eran las dos unidades políticas principales de la época. Surgidas en el siglo IX, tras la división del imperio carolingio, se situaban en el centro del continente y se dividían en territorios feudales.

Los normandos se asentaban en el norte del imperio. En el siglo XI crearon reinos estables en el sur de Italia, Sicilia, e Inglaterra. Con ello, cesaron sus ataques y dejaron de ser un peligro en Europa.

Los musulmanes y cristianos se disputaban en el sur de Europa el dominio de la península ibérica y de las tierras del imperio bizantino.


Los pueblos eslavos se situaban en el este de Europa, entre los mares Báltico y Negro. Se organizaban en poderosos principados, como el de Kiev, y mantenían intensos contactos culturales con Bizancio.





1.3 LA ORGANIZACIÓN POLÍTICA. REYES, CURIAS Y PARLAMENTOS.


El rey gobernaba con ayuda de la Curia Regia, una asamblea compuesta por nobles y prelados que lo asesoraba. Según los asuntos que se trataran podría ser ordinaria o extraordinaria.

A la Curia Regia ordinaria aistían personas próximas al rey, como familiares y altos funcionarios de palacio.

A la Curia Regia extraordinaria acudían representantes de la nobleza y del alto clero; en ella se trataban los asuntos más importantes, como declarar la guerra, conceder ayudas económicas, jurar al heredero del trono, etc.

A partir del siglo XII, y sobre todo del XIII, los representantes de algunas ciudades fueron llamados a la Curia Regia extraordinaria. Así surgieron los Parlamentos que, por convocatoria del rey, reunían a los representantes de los tres estamentos con la finalidad principal de aprobar el cobro de impuestos o ayudas económicas. Previamente, cada estamento exponía sus peticiones al rey.

Gracias al apoyo de las ciudades, los reyes afianzaron su poder sobre los señores feudales, pues dispusieron de recursos económicos a cambio de concederles ciertos derechos y libertades.

Los Parlamentos recibieron nombres diferentes: Parlamento, en Inglaterra; Estados Generales, en Francia; Dieta, en el Sacro Imperio Romano Germánico, y Cortes, en los reinos cristianos peninsulares. 




Cómo eran los normandos.




Cómo eran los musulmanes y los cristianos.





Mapa de Europa en el siglo XI.




Curia Regia o Parlamento.




Eduardo I de Inglaterra.







Escrito por Helena Almirón Vázquez 2ºC.

martes, 6 de noviembre de 2018

1. AL-ÁNDALUS. EL ISLAM EN LA PENÍNSULA IBÉRICA

Muy bien etiquetado
Cinco faltas de ortografía
Nota: 5+1= 6

1. AL-ÁNDALUS. EL ISLAM EN LA PENÍNSULA IBÉRICA

1.1 La conquista musulmana de la Península

En el año 711, una reducida tropa de árabes y bereberes cruzó el estrecho de Gibraltar al mando de Tariq, lugarteniente de Muza, el gobernador musulmán del norte de África. Su intención era realizar un saqueo. Pero la fácil derrota del rey visigodo Rodrigo en la batalla de Guadalete (711) les animó a proseguir su avance.

La ocupación de la Península fue rápida y sin apenas resistencia. Las causas fueron la superioridad militar musulmana; los conflictos internos de los visigodos;y el apoyo prestado a los invasores por grupos descontentos, como los judíos o los nobles visigodos, que se rindieron a cambio de mantener sus propiedades.

El avanza musulmán se detuvo en las zonas montañosas del norte, donde surgieron algunos núcleos resistencia cristiana y los musulmanes fueron rechazados por los astures en la batalla de Covadonga (722). Desde la península ibérica, lanzaron ataques al sur de Francia, hasta ser derrotados por los francos en la batalla de Poitiers (732). Tras ella, se replegaron al sur de los Pirineos.

Los musulmanes llamaron al-Ándalus al territorio peninsular conquistado. Inicialmente lo organizaron como un emirato, o provincia dependiente política y religiosamente del califato omeya de Damasco, cuya capital se estableció en Córdoba.

1.2 La evolución de al-Ándalus hasta 1031

El emirato independiente (756-929)

En el año 755, llegó a la Península el príncipe omeya Abderramán I huyendo del destrozamiento y matanza de su familia de los abasíes. Tras derrotar al emir de al-Ándalus, se proclamo emir independiente en 756. Este título implicaba su independencia política de los califas abasíes de Bagdad, aunque siguió reconociendo su autoridad religiosa.

En esta época al-Ándalus sufrió numerosos conflictos. Los cristianos del norte tomaron Zamora. Los francos conquistaron Girona y Barcelona y crearon la Marca Hispánica, una provincia fronteriza al sur de los Pirineos. Y se sublevaron los muladíes o conversos al islam, que se sentían discriminados por la minoría árabe.

El califato de Córdoba y los reinos taifas (929-1031)

En el año 929, Abderramán III rompió la dependencia religiosa de Bagdad y se proclamó califa o << príncipe de los creyentes >>. Con él se inició el período de mayor esplendor político y cultural de al-Ándalus. Abderramán III reorganizó el ejército, acabó con las sublevaciones interiores y realizó expediciones de castigo contra los estados cristianos peninsulares, a los que obligo apagar tributos. En eta época, Córdoba se convirtió en la principal ciudad de Occidente

  Alhakén II continuó el florecimiento cultural. Su sucesor, hixen II, delegó el gobierno en ALMANZOR, un caudillo militar que llegó a saquear Barcelona y Santiago. Pero su muerte, en 1002, el califato entró en una grave crisis política ante la falta de autoridad de los califas. 

El califato se mantuvo oficialmente hasta 1031. En esta fecha, los gobernadores de las provincias se declararon independientes, y el califato se desintegró en veintiocho pequeñas taifas o reinos independientes que subsistieron hasta 1086.


 EL ESPACIO GEOPOLÍTICO (711-929)



EL ESPACIO GEOPOLÍTICO (929-1086)


















Falta el título de la entrada
Tres faltas de ortografía
Un error en la transcripción
Nota: 5


LA ORGANIZACIÓN POLÍTICA Y ECONÓMICA DE EL AL-ÁNDALUS

2.1) El gobierno y la administración

 El gobierno de al-Áldalus estuvo en manos de emires y califas que concentraban todo el poder político, dirigían la administración, la política exterior y el ejército, y administraban justicia. Los califas también ejercieron también el poder religioso.
  Ambos se ayudaron de funcionarios, entre los que destacaron el hachib, o primer ministro, que controlaba la administración y las finanzas, y los visires, que aconsejaban al emir o al califa en un consejo denominado maswar.
  La administración del territorio se organizó en provincias o coras, que constaban de una capital y de un territorio circundante. En cada una de ellas había un gobernador o valí, y jueces o cadíes
  El control del territorio se completa con el cobro de impuestos, que eran más altos para los no musulmanes; y con un poderoso ejército formado en gran parte por mercenarios.
 
2.2) La economía andalusí

 - Las actividades agrarias: 

  La agricultura, como en todo el imperio islámico, fue la base de la economía de al-Ándalus.
  . En las tierras de secano se cultivaban productos tradicionales del medio mediterráneo, como cereales, vid y olivo
  . En las tierras de regadío se obtuvieron productos de huerta y se introdujeron otros procedentes de Oriente, como caña de azúcar, arroz, naranja, limón, azafrán, algodón y morera.

  Los musulmanes ampliaron la superficie regada con la creación de embalse, acequias, pozos y norias; y mejoraron el aprovechamiento de la tierra mediante el empleo de abonos y la reducción del barbecho. Gracias a ello, aumentó la producción agrícola y se diversificó la alimentación.

  El sector primario se completaba con la ganadería, que se  centro en la cría de corderos, caballista y gusanos de sed; y la pesca. La minería explotó metales como hierro,cobre, plomo, oro, mercurio y estaño; pero también fueron importantes las minas de sal.

  - Las actividades urbanas

   Las actividades económicas principales de las ciudades fueron la artesanía y el comercio.
   . La artesanía fabricó tejidos de algodón, lino, seda y brocados. También se realizaron objetos de cerámica y cristal; se trabajaron el marfil, el cuero y la madera, y se fabricó pergamino, papel y papiro. Este último fue introducido por los musulmanes en la Península.

   . El comercio se vio favorecido por la acuñacion de monedas de oro (dinar) y de plata (dirham). El exterior se potenció por la situación estratégica de al-Ándalus entre Europa y África. Los mercaderes andalusíes vendieron por todo el Mediterráneo alimentos, materias primas y los productos de lujo, como especia; del norte de África, oro, marfil y esclavos negros; y de la Éuropa cristiana, esclavos blancos.

Carmen Márquez Hidalgo

Ejercicios al-Ándalus

LA EVOLUCIÓN POLÍTICA DE AL-ÁNDALUS

Introducción
En el siglo VIII la península ibérica fue conquistada por el imperio musulmán de la dinastía omeya. Así que desde el año 711 al 1492 existieron en la península ibérica diversos estados islámicos que extendieron su religión y su cultura, diferentes de las que había en la Europa cristiana, entre sus pobladores.
Por lo anterior la Edad Media peninsular estuvo marcada por la coexistencia[1], la lucha y la convivencia[2] entre la cultura cristiana de Europa occidental y la cultura islámica procedente de Asia y el norte de África. De ese contacto entre ambas culturas nacieron muchos de los rasgos que hoy caracterizan a los habitantes de la península ibérica.

El valiato dependiente del califato omeya con capital en Damasco (711-756)
En el año 711 un ejército musulmán cruzó el estrecho de Gibraltar desde el norte de África. En ese momento el reino de los visigodos, que ocupaba toda la península ibérica, salvo las zonas montañosas de la Cordillera Cantábrica y de los Pirineos, se encontraba dividido por una guerra civil entre el rey Rodrigo, que se había apoderado del trono tras la muerte del rey Witiza, y los hijos de éste.
Los witizanos llamaron en su ayuda a Muza, el gobernador musulmán de Ifriqiyya[3], el cual, viendo la posibilidad de enriquecerse con el botín, envió un ejército mandado por su subordinado el bereber Tariq, que desembarcó en Gibraltar[4].
Poco después del desembarco, Tariq y Rodrigo se enfrentaron en la batalla del río Guadalete en la que el rey visigodo murió. Al ver la facilidad de esta primera victoria Muza llevó otro ejército a la península, y tanto él como Tariq avanzaron rápidamente ocupando las ciudades del reino incluyendo la capital, Toledo. En siete años los musulmanes se apoderaron de casi toda la península, exceptuando las montañas del norte. Lo mismo que los visigodos, los musulmanes consideraron que los territorios cantábricos y pirenaicos (poco poblados, sin ciudades y con una economía atrasada) no valían el esfuerzo que supondría conquistarlos.
   
El éxito de la conquista musulmana se debió a varios factores:
Los enfrentamientos entre los mismos nobles godos.
Una parte de la aristocracia[5] visigoda colaboró con los invasores, es decir en vez de enfrentarse a ellos llegó rápidamente a pactos y acuerdos con los conquistadores que les permitieron conservar sus tierras y su poder económico.
La mayoría de la población hispanovisigoda formada por campesinos, que carecían de armas y de organización, simplemente cambió el pago de impuestos al rey visigodo por el pago de tributos al califa omeya de Damasco.
La jerarquía de la Iglesia visigoda (los obispos y los abades) aceptó el dominio musulmán pues fueron respetadas sus propiedades y pudo continuar su culto sin dificultades.

Solo una pequeña parte de la nobleza y del clero visigodo, los partidarios más fieles de Rodrigo, se enfrentó a los invasores (defensa de Écija, de Mérida...) y, tras su derrota, huyó hacia la zona cantábrica. Allí esos nobles y clérigos visigodos, acompañados de sus séquitos[6], llegaron a acuerdos con las tribus locales formando el núcleo del futuro reino cristiano del norte.
Los musulmanes bautizaron a la nueva provincia de su imperio con el nombre de al-Ándalus. Se estableció la capital en Córdoba y fue nombrada un valí [gobernador] que ejercía el poder en el territorio en nombre del califa de Damasco.
En los años siguientes a la conquista de la península, los ejércitos musulmanes continuaron avanzando hacia el norte, más allá de los Pirineos, hasta que fueron derrotados por el noble franco Carlos Martel en la batalla de Poitiers (732).
La consecuencia del final de la expansión islámica fue que surgieron enfrentamientos entre los árabes y los bereberes que formaban los ejércitos invasores.
 Los árabes, aunque eran una minoría, se habían apoderado de las mejores tierras agrícolas en el valle del Guadalquivir y del Ebro mientras que los bereberes, más numerosos, debieron conformarse con las tierras más montañosas, como las de la meseta central. Al no haber más oportunidades de conseguir botines al haberse acabado la expansión al norte de los Pirineos comenzó una guerra civil entre los bereberes y los árabes e incluso entre las diferentes tribus árabes -sirios contra yemeníes- . Estas luchas duraron más de veinte años y sólo terminaron con la llegada de Abderramán I a Al-Ándalus.


Emirato omeya de Córdoba independiente del califato abasí de Bagdad (756-929)

En el año 750 se produjo una rebelión contra la dinastía omeya que llevó a su sustitución por la dinastía de los abasíes que pronto cambiaron la capital desde Damasco a Bagdad. Durante la guerra civil los abasíes asesinaron a todos los omeyas menos al joven Abd-al-Rahman, que logró huir de Siria, atravesar Egipto, Ifriqiyya y el Magreb hasta que finalmente llegó a la península Ibérica. Aquí, con la ayuda de partidarios árabes y bereberes, Abderramán I se apoderó de todo al-Ándalus y gobernó desde el año 756 al año 788. Abd-al-Rahman I se proclamó emir independiente y rompió cualquier relación política con el califa abasí de Bagdad. De todas formas la unidad religiosa del Islam se mantuvo, pues los musulmanes andalusíes siguieron reconociendo la autoridad religiosa del califa abasí y rezando en su nombre.
En el año 778 Carlomagno, rey de los francos, el reino cristiano más poderoso de la Europa cristiana occidental, quiso apoderarse de la ciudad de Zaragoza e instalarse en el valle del Ebro pero fue rechazado por los musulmanes.
Como símbolo de su poder, el nuevo emir ordenó, en el año 785, comenzar la construcción de la mezquita de Córdoba sobre el solar de una iglesia cristiana que había comprado.
Tras la muerte de Abderramán I la situación política de al-Ándalus volvió a ser inestable. La fuerza del gobierno dependía de la personalidad del emir omeya que gobernara, pues su poder dependía del apoyo que pudiera conseguir del ejército formado por tribus árabes y bereberes descendientes de los conquistadores de la península. Por ello cuando un emir era débil volvían a repetirse los enfrentamientos entre árabes y bereberes e incluso entre tribus del mismo grupo étnico[7]. Para reforzar su poder los emires omeyas se dedicaron a comprar esclavos europeos para convertirlos en su guardia personal. Estos esclavones[8] fueron un contrapeso de los árabes y bereberes. El resto de la población de al-Ándalus permanecía ajena a los asuntos bélicos, por ello podemos decir que la sociedad andalusí estaba desmilitarizada.
Desde mediados del siglo VIII a los habituales rebeldes bereberes y árabes se unieron los muladíes, que cada vez eran más numerosos, sobre todo en las ciudades, y reclamaban los mismos derechos que los árabes y los bereberes. Asimismo también se produjeron revueltas de los mozárabes, pues un siglo después de la conquista el número de musulmanes no cesaba de crecer, sobre todo por la conversión de cristianos en musulmanes, lo que fue visto por los mozárabes como una amenaza para su estilo de vida.
Todas esas sublevaciones contra el gobierno debilitaron al emirato omeya y favorecieron el avance territorial del reino cristiano del norte que alcanzó el río Duero.
Durante el emirato de Córdoba, a pesar de los vaivenes políticos, se produjo un crecimiento económico en el país y fue desarrollada una estructura administrativa que permitía a los emires controlar a sus súbditos (cobrarles impuestos, reclutarlos para el ejército, obligarlos a cumplir las leyes que dictaba...).

El califato de Córdoba (929-1031)

Cuando subió al trono el emir Abderramán III se encontró con un Estado débil enfrentado a insurrecciones, como la de Umar ibn Hafsún[9], y a ataques exteriores, desde el reino cristiano del norte, así como a amenazas al comercio marítimo andalusí por parte de la dinastía de los Fatimíes[10].
Abderramán aplastó a los muladíes rebeldes, derrotó a los cristianos del norte obligándolos a pagarle tributo en reconocimiento de su superioridad y se apoderó de los territorios norteafricanos al otro lado del estrecho de Gibraltar para garantizar el comercio andalusí.
Tras sus victorias militares en el interior y en el exterior Abd al Rahman III se proclamó a sí mismo califa de los musulmanes de al-Ándalus. De ese modo rompía el último lazo de unión con el califato abasí de Bagdad y el emirato de Córdoba pasaba a ser el califato de Córdoba.
Al igual que sus predecesores amplió la mezquita de Córdoba y mandó levantar el alminar que hoy es usado como campanario.

La estructura administrativa creada por Abderramán III aseguraba al califa un poder absoluto:
El califa elaboraba las leyes, solo tenía prohibido ir en contra del Corán.
Era juez supremo en las decisiones más importantes.
Actuaba como general en jefe del ejército. En éste cada vez eran menos numerosos los árabes y bereberes descendientes de los conquistadores de la península, y cada vez eran más abundantes los mercenarios, tanto bereberes norteafricanos como cristianos peninsulares.
Tenía el poder de nombrar y destituir a todos los cargos públicos (hayib, visires, cadíes, emires del ejército...).

Para demostrar su poder absoluto Abd-al-Rahman III mandó construir en el año 936 un palacio cerca de Córdoba llamado Medina Azahara ("la ciudad resplandeciente"), allí se trasladó con toda su corte y desde aquel lugar controló toda la administración del Estado y gobernó al-Ándalus.
Debido a la extensión del país y a su numerosa población los califas omeyas contaban con funcionarios que hacían cumplir su voluntad (visires, valíes, cadíes, emires...).
 Todo lo anterior necesitaba una gran cantidad de dinero para existir, pues había que pagar a los soldados, a los funcionarios, a los albañiles, a los artesanos, a los que suministraban la madera, o la piedra, o los muebles... De manera que el califa para mantener su corte y su administración recaudaba impuestos tanto a los musulmanes como a los cristianos que vivían en al-Ándalus, y también recibía tributos de los reinos vecinos.
Para pagar todos los gastos de su corte y del Estado el califa recaudaba impuestos, tanto por las propiedades como por las actividades económicas.
Durante el califato de Córdoba al-Ándalus alcanzó su máxima estabilidad política, eso produjo una gran expansión económica, relacionada con un comercio marítimo muy activo que llegaba hasta Constantinopla, y con toda esa riqueza se pudo pagar una época de esplendor cultural, pues no sólo se construyeron numerosos edificios sino que sabios de todo el mundo musulmán se instalaron en al-Ándalus.
En el siglo X la presión de los cristianos del norte fue creciendo de manera constante. Por ejemplo el reino cristiano con capital en León aumentó su fuerza al crecer su población, gracias a la ocupación de las tierras de la meseta norte.
Hisam II, el último califa de Córdoba, subió al trono con 11 años. Y su hayib[11], Muhammad ibn Abi Amir al-Ma'afiri (940-1002) se apoderó del poder con la ayuda de la madre del califa. Abi Amir pertenecía a una familia árabe afincada en Torrox y, tras estudiar leyes, realizó una carrera exitosa en la administración califal. Cuando obtuvo el poder político Abi Amir se aseguró de controlar el ejército, la principal fuente de poder. El ejército que creó estaba formado sobre todo por mercenarios bereberes recién llegados del norte de África y por nobles cristianos del norte de la península. En su ejército había pocos andalusíes (aunque fueran de origen árabe o bereber) y aún menos esclavones.
Con su nuevo ejército Abi Amir realizó cincuenta y seis campañas de saqueo, estando dirigidas la mayoría de estas aceifas contra los reinos cristianos del norte. La finalidad de las algaras no era conquistar territorios, pues el califato no poseía suficientes tropas para controlar de forma permanente las fortalezas que conquistaba, sino saquearlos y conseguir que los gobernantes atacados pagaran un tributo al califa de Córdoba. Las contribuciones que pagaban los Estados vencidos y el botín de las algaradas eran una parte importante de los ingresos del califato de Córdoba. Por ejemplo, en su campaña número veinticinco Abi Amir hizo diecinueve mil prisioneros, que acabaron vendidos en los mercados de esclavos de Córdoba.
El éxito de las incursiones de Abi Amir, como el saqueo de Barcelona en el año 985, o el de Santiago de Compostela en el 997, fue la causa de que le concedieran el nombre árabe honorífico de al-Mansur ("el Victorioso").
Tras la muerte de Almanzor en 1002 y de su sucesor como gobernante en 1008 no hubo ningún político en el califato de Córdoba capaz de mantenerlo unido.

Las primeras taifas (1031-1086)

Entre 1008 y 1031 se desarrolló una guerra civil en al-Ándalus protagonizado por los mercenarios bereberes y esclavones del ejército, por los nobles árabes que poseían las mejores tierras, y por muladíes que habían conseguido cargos públicos durante el califato.
El resultado de la fitna (guerra civil) fue la división de al-Ándalus en más de veinticinco Estados llamados taifas. Cada reino de taifas tenía su propio gobernante que controlaba sus ciudades, cobrando impuestos y reclutando tropas.
Los tres reinos de taifas más extensos fueron los de Badajoz, Toledo y Zaragoza pues coincidían con las antiguas coras [provincias] fronterizas con los reinos cristianos, y sus gobernantes consiguieron el apoyo de las tropas provinciales.
Otros reinos de taifas importantes fueron los de Sevilla y Granada.
En la ciudad de Córdoba fueron expulsados los últimos miembros de la dinastía de los Omeyas, y el gobierno pasó no a un monarca sino a un consejo aristocrático, formado por representantes de las familias más ricas de la ciudad.
Los reinos de taifas se beneficiaron del crecimiento económico y cultural originado durante el califato de Córdoba, pero su falta de unión política y las luchas entre ellos mismos los debilitaron enormemente frente a los reinos cristianos del norte.

EJERCICIOS
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1. ¿En qué siglo conquistaron los musulmanes la península ibérica?
2. ¿Cuándo comenzó y cuándo terminó la presencia musulmana en la península ibérica? ¿Cuánto duró?
3. ¿Qué es la coexistencia?
4. ¿Qué es la convivencia?
5. ¿Cuántos años duró la etapa del valiato?
6. ¿Cuándo entraron los invasores musulmanes en la península ibérica?
7. ¿Qué áreas de la península ibérica no eran gobernadas por los reyes visigodos?
8. ¿Qué era Ifriqiyya?
9. ¿Quién dirigía el ejército invasor musulmán?
10. ¿Cuál era el nombre árabe de Gibraltar?
11. ¿Qué significa en castellano Yebel Musa?
12. ¿En qué batalla fue derrotado y muerto el rey visigodo Rodrigo?
13. ¿Cuánto tiempo tardaron Muza y Tariq en apoderarse de la península ibérica?
14. ¿Qué características comunes tenían los territorios cantábricos y pirenaicos que los hacían pocos atractivos para los conquistadores musulmanes?
15. ¿Cómo actuó la mayor parte de la aristocracia visigoda ante la invasión?
16. ¿Quiénes formaban la aristocracia?
17. ¿Qué es un séquito?
18. ¿Qué nombre dieron los musulmanes al territorio de la península ibérica que habían conquistado?
19. ¿Qué es un valí?
20. ¿Quién derrotó a los musulmanes en la batalla de Poitiers (732)?
21. ¿En qué territorios peninsulares se instalaron los árabes?
22. ¿Cuántos años duró el emirato omeya de Córdoba?
23. ¿Qué territorio atravesó Abd-al-Rahman desde Siria hasta al-Ándalus?
24. Fechas de comienzo y final del gobierno de Abderramán I. ¿Cuánto duró?
25. ¿Cuándo atacó Carlomagno los territorios de al-Ándalus?
26. ¿Cuándo comenzó la construcción de la mezquita de Córdoba?
27. ¿Qué es un grupo étnico?
28. ¿De qué dependía la fuerza del gobierno en el emirato de Córdoba?
29. ¿Qué eran los esclavones?
30. ¿Por qué decimos que la sociedad andalusí estaba desmilitarizada?
31. ¿Quiénes eran los muladíes?
32. ¿Quiénes eran los mozárabes?
33. ¿Cuándo comenzó y terminó el califato de Córdoba?


[1] Coexistencia: Existencia de personas en el mismo lugar al mismo tiempo.
[2] Convivencia: Relación entre los que viven juntos.
[3] Ifriqiyya: Es el nombre de una provincia del imperio musulmán en el norte de África. El nombre es una arabización de la palabra latina Africa.
[4] Gibraltar recibió su nombre de Tariq, pues en árabe se llama Yabal Tariq (montaña de Tariq). Curiosamente el monte que se ve en la orilla marroquí del estrecho se llama Yebel Musa (monte Musa), en honor del otro protagonista musulmán de la conquista de la península ibérica.

[5] Aristocracia es un sinónimo de nobleza. Son el conjunto de los nobles.
[6] Séquito: Grupo de gente que acompaña a una persona ilustre o célebre.
[7]  Un grupo étnico es un grupo de personas que comparten una lengua y una cultura. Los árabes y los bereberes compartían religión pero eran grupos étnicos distintos porque no compartían lengua ni tradiciones.
[8] Esclavón: Esclavo de procedencia eslava que era comprado en los mercados de Verdún o Praga.
En ocasiones los esclavones eran convertidos en eunucos. Un eunuco era un hombre castrado encargado de importantes funciones administrativas y militares.
[9] Umar ibn Hafsún fue un muladí sublevado contra el emir de Córdoba desde el año 880 hasta su muerte en el 917. Fundó un reino que se extendía desde el sur de la actual provincia de Córdoba hasta cerca del mar Mediterráneo. Su poder comenzó a menguar tras ser derrotado en el año 891 por las tropas del emir de Córdoba en la batalla de Poley (Aguilar de la Frontera).
[10] Los Fatimíes fueron una dinastía musulmana chiita, enemiga de los Omeyas suníes, que surgió en Kairuán en el año 909 y se apoderó durante el siglo X de todo el norte de África, desde el Atlántico al mar Rojo.

[11] El hayib era el administrador de los bienes y los ingresos de un gobernante musulmán.