Faltan las imágenes
Nota: 4
2. Los
progresos agrarios
2.1 Las
innovaciones técnicas en la agricultura
Durante
generaciones, los campesinos europeos habían practicado una agricultura de
escasos rendimientos. Esta agricultura se basaba en el uso del arado romano,
poco pesado, que apenas profundizaba en el suelo y era arrastrado por bueyes
utilizando un yugo; y en la práctica de
la rotación bienal, que permitía mantener la fertilidad de la tierra dejando en
barbecho la mitad de la superficie.
El arado
con vertedera y la rotación trienal
Entre los
siglos xi y xiii las actividades agrarias europeas experimentaron un fuerte
crecimiento, debido a la progresiva difusión de innovaciones técnicas. Las más
importantes fueron el arado con vertedera y la rotación trienal.
El arado con vertedera de hierro, o arado
normando, permitía remover y airear mejor la tierra. Era más pesado que el
arado romano, de ahí que necesitara ruedas y que, para arrastrarlos, comenzarán
a utilizarse caballos en lugar de bueyes.
La rotación trienal consistía en dividir
el terreno en tres partes u hojas. En cada una rotaban cada año cereales ,
avena o leguminosas, y barbechos. Así solo quedaba sin cultivar un tercio de la
tierra.
Otros
progresos agrarios
Otras
innovaciones técnicas aplicadas a la agricultura en esta época fueron el uso de
la collera, un collar de cuero
relleno de paja utilizado para unir los animales de tiro al arado y mejorar su
fuerza; y la adaptación de la herradura
metálica, que protegía los cascos de los animales.
Además, el uso del metal, más resistente que la
madera, mejoró los instrumentos agrarios, como la guadaña, lo que facilitó la
siega de los cereales. Y el molino de
agua se perfeccionó, pues era más eficiente que el de viento utilizado
hasta entonces.
2.2 Las
consecuencias de los progresos agrarios
Las
consecuencias del progreso de las actividades agrarias fueron variadas:
La producción agrícola aumentó. Gracias a
ello mejoró la alimentación de la
población, y Europa experimentó un fuerte crecimiento demográfico, pasando de
36 a 80 millones de personas entre los siglos xi y xiv
La superficie cultivada se extendió, ya
que el incremento demográfico obligó a ampliarla. Así, se talaron los
bosques que rodeaban las aldeas para
establecer nuevos campos; se desecaron marismas y zonas pantanosas; se ganaron
tierras al mar, como los pólderes
holandeses; y se colonizaron nuevos espacios sin cultivar en Europa oriental.
Las ciudades se revitalizaron, su población
creció con rapidez y se convirtieron en centros de intercambio comercial y de
actividades artesanales.
El comercio local y a larga distancia se
reactivó. 2. Los
progresos agrarios
2.1 Las
innovaciones técnicas en la agricultura
Durante
generaciones, los campesinos europeos habían practicado una agricultura de
escasos rendimientos. Esta agricultura se basaba en el uso del arado romano,
poco pesado, que apenas profundizaba en el suelo y era arrastrado por bueyes
utilizando un yugo; y en la práctica de
la rotación bienal, que permitía mantener la fertilidad de la tierra dejando en
barbecho la mitad de la superficie.
El arado
con vertedera y la rotación trienal
Entre los
siglos xi y xiii las actividades agrarias europeas experimentaron un fuerte
crecimiento, debido a la progresiva difusión de innovaciones técnicas. Las más
importantes fueron el arado con vertedera y la rotación trienal.
El arado con vertedera de hierro, o arado
normando, permitía remover y airear mejor la tierra. Era más pesado que el
arado romano, de ahí que necesitara ruedas y que, para arrastrarlos, comenzarán
a utilizarse caballos en lugar de bueyes.
La rotación trienal consistía en dividir
el terreno en tres partes u hojas. En cada una rotaban cada año cereales ,
avena o leguminosas, y barbechos. Así solo quedaba sin cultivar un tercio de la
tierra.
Otros
progresos agrarios
Otras
innovaciones técnicas aplicadas a la agricultura en esta época fueron el uso de
la collera, un collar de cuero
relleno de paja utilizado para unir los animales de tiro al arado y mejorar su
fuerza; y la adaptación de la herradura
metálica, que protegía los cascos de los animales.
Además, el uso del metal, más resistente que la
madera, mejoró los instrumentos agrarios, como la guadaña, lo que facilitó la
siega de los cereales. Y el molino de
agua se perfeccionó, pues era más eficiente que el de viento utilizado
hasta entonces.
2.2 Las
consecuencias de los progresos agrarios
Las
consecuencias del progreso de las actividades agrarias fueron variadas:
La producción agrícola aumentó. Gracias a
ello mejoró la alimentación de la
población, y Europa experimentó un fuerte crecimiento demográfico, pasando de
36 a 80 millones de personas entre los siglos xi y xiv
La superficie cultivada se extendió, ya
que el incremento demográfico obligó a ampliarla. Así, se talaron los
bosques que rodeaban las aldeas para
establecer nuevos campos; se desecaron marismas y zonas pantanosas; se ganaron
tierras al mar, como los pólderes
holandeses; y se colonizaron nuevos espacios sin cultivar en Europa oriental.
Las ciudades se revitalizaron, su población
creció con rapidez y se convirtieron en centros de intercambio comercial y de
actividades artesanales.
El comercio local y a larga distancia se
reactivó.
No hay comentarios:
Publicar un comentario